La empresa española COX Energy proyecta la construcción de dos plantas generadoras de energía eléctrica en la parte Noroeste. La empresa dirigida por Enrique Riquelme, tiene presencia en África, Asia y Latinoamérica contempla proyectos en Caborca, Santa Ana, así como dos en Navojoa y en el Ejido Choacahui, ubicado en el municipio de Ahome en el estado de Sinaloa.
De acuerdo con información publicada en su página web, Cox Energy tiene contemplado generar 571,10 Megawatts en las instalaciones que proyecta construir en estos cuatro lugares de la parte Norte de México, donde el sol se mantiene en verano por más de 12 horas continuas.
Hasta el momento, no se sabe oficialmente en donde se planea la ubicación de las instalaciones en las que se proyecta instalar las plantas que convertirán la luz del sol en energía eléctrica.
De acuerdo con información de la empresa su modelo de negocios (Cox DevCo) se centra en identificar, desarrollar y promover proyectos de ERNC: Ready to build (listo para la construcción). Los principales activos de la compañía en este negocio son: los terrenos, ubicados en las mejores zonas para la actividad fotovoltaica, la experiencia del equipo de profesionales, tanto el español como el ubicado en los distintos mercados locales, así como los acuerdos con socios estratégicos.
Las principales actividades de Cox DevCo son:
Localización de los mejores emplazamientos (terrenos), análisis de los recursos y de la radiación; búsqueda de las necesarias autorizaciones locales, entre las que se incluyen permisos administrativos y medioambientales.
Conseguir los permisos, licencias y autorizaciones necesarias para la construcción y conexión de los activos a la red.
Estructuración del proyecto, financiación, y búsqueda del EPC más adecuado (ingeniería, suministro y construcción).
Cierre financiero junto al socio estratégico.
De acuerdo con la información corporativa Cox Energy obtiene ingresos procedentes de dos grandes vías de negocio:
Una mediante la cesión de la gestión de proyectos en la modalidad “Ready to Build ” a una compañía generadora, por la que Cox Energy recibirá una cantidad acordada con dicha empresa de energía por las licencias de los Mw desarrollados (se venden las licencias), y la otra mediante la participación en la explotación de proyectos con altas rentabilidades.
Esta segunda línea de negocio supondrá unos ingresos recurrentes y progresivos en el medio y largo plazo para Cox Energy, debido a que es un negocio que necesita una mayor maduración. Las condiciones de los contratos, “ Power Purchase Agreement” (PPA), tienen una duración media de entre 15 y 20 años.
El esquema de negocios es todavía más confuso puesto que en el sitio de Internet de esta empresa no aclara quien o quienes son los socios para los proyectos en el estado de Sonora así como tampoco se detalla sobre las extensiones requeridas para generar los cerca de 600 megawatts.
La tecnología solar en México no ha registrado una evolución significativa debido a la falta de incentivos y a la priorización del desarrollo de grandes plantas de combustibles fósiles.
Además, la producción fotovoltaica no cuenta con un marco jurídico secundario que la regule en particular.
Además de la opacidad de las regulaciones que pudieran existir, la instalación de grandes plantas de producción eléctrica operadas con tecnología fotovoltaica pudieran significar, paradójicamente, daños al medio ambiente.
Algunos estudios ambientales señalan que los paneles solares, considerados como uno de los dispositivos más efectivos para generar energía renovable, pueden llegar a provocar la desaparición de comunidades enteras de insectos acuáticos. Ésta es la conclusión de un estudio llevado a cabo por investigadores húngaros y estadounidenses, que pone de relieve al menos uno de los problemas que pueden ocasionar las fuentes de energía limpia.
La pérdida potencial de los insectos acuáticos es grave, porque estos constituyen el primer peldaño en la cadena alimenticia acuática. Si disminuye la población de insectos acuáticos, las poblaciones de peces y otros organismos que viven en el agua sufrirán las consecuencias.
Los insectos acuáticos, como la efímera, confunden la superficie negra, lisa y brillante de los paneles solares con la de una laguna o un gran charco de agua.
Tras divisar el "falso lago", los insectos se dirigen allí para reproducirse y depositar sus huevos, que por no hallarse en el medio adecuado, terminan pereciendo.
"Se sienten tan atraídos por los paneles solares que son incapaces de escapar su influencia", declaró a BBC Mundo Bruce Robertson, ecologista del Departamento estadounidense de Energía de los Grandes Lagos, en Michigan, coautor del estudio.
Este efecto, por el cual un organismo prefiere un hábitat malo por sobre uno bueno, se conoce como trampa ecológica. "Es uno de los fenómenos más peligrosos de la naturaleza", señala Robertson.
La confusión se produce porque tanto el agua como los paneles reflejan la luz polarizada de forma horizontal y los insectos utilizan las vibraciones de estas ondas lumínicas para detectar agua.
¿Cómo es posible que una vez que entran en contacto con el panel solar no se den cuenta de que no es un lago?
"Es sorprendente, pero es así", dice el investigador. "Como el único elemento natural en el mundo que polariza la luz es el agua, estos insectos evolucionaron de forma tal, que la única información que utilizan para reconocerla es la luz polarizada".
Un estudio realizado en Hungría concluyó que nada se sabe sobre el impacto que puedan llegar a tener sobre insectos o animales terrestres, sobre todo en las zonas desérticas, que son el escenario principal de la mayor parte de los proyectos de energías limpias basadas en tecnología solar.
Si bien es cierto, la necesidad de energía eléctrica en el sur de Sonora es grande, también es cierto que existe la incertidumbre sobre las condiciones bajo las cuales, empresas trasnacionales se adueñan del sector energético bajo el supuesto de generar energía a precios más accesibles sin embargo, hasta la fecha no se ha visto reflejado ningún cambio para los mexicanos, un ejemplo es la producción de energía eléctrica en el parque eólico de La Rumorosa, Baja California, toda la producción es exportada a los Estados Unidos sin que deje beneficios a los residentes del Valle de Mexicali que tienen que pagar altas tarifas al encontrarse en una zona de clima extremoso.